Tuesday, October 26, 2004

La obra de un compositor puede ser redescubierta por el mismo compositor en la interpretación

El Coro Nacional , donde estoy laborando actualmente recibió una invitación para cantar mùsica barroca peruana en el Museo Metropolitano de Nueva York , y justo tenemos la presentación por esa fecha en que se celebra el Homenaje a el Maestro Iturriaga. Quisiera contar una anécdota que recuerdo mucho con el maestro Enrique Iturriaga. Siempre oí hablar de él , de su larga trayectoria como músico, maestro, y profesional; y, aunque nunca tuve la oportunidad de llevar una clase con él, sí pude tenerlo de jurado, de modo indirecto ya que no me calificaba a mi sino a la composición vocal de un estudiante amigo mío.

En aquella oportunidad yo no me sentía directamente comprometida porque no era yo la que recibiría la nota; por eso decidí aportar a la obra mi interpretación personal, con la venia del compositor, por supuesto. El caso es que el Maestro Iturriaga dijo que “la obra de un compositor puede ser redescubierta por el mismo compositor en la que “la obra de un compositor puede ser redescubierta por el mismo compositor en la interpretación”. Es decir, que el intérprete de esa obra podía lograr aportar una nueva visión al compositor respecto de su propia composición. Esto se me quedó grabado.

Comprendí la responsabilidad de los intérpretes quienes damos, de alguna forma , vida a la composición, respetando eso sí a quien la compuso, en toda su concepción musical; además de aportar con nuestro instrumento, la voz en mi caso. Eso que se llama interpretación, complemento maravilloso para toda expresión musical.
Aún sigo explorando esos ámbitos musicales y descubriendo nuevos caminos para abordar las expresiones musicales, y vocales básicamente. Pero nunca voy a olvidar la responsabilidad que tengo para con la mùsica y las composiciones que me toque interpretar. Esto lo aprendí del Maestro Iturriaga. Él siempre supo decir las cosas de modo que se quedaran grabadas para siempre. Lo sé bien porque soy muy olvidadiza, sin embargo nunca pude olvidar esa anécdota.
Que el Maestro Enrique Iturriaga reciba el cariño de todos los que lo hemos conocido, y además sienta la satisfacción que pocos maestros pueden auténticamente sentir: la satisfacción de brindar su sabiduría , su talento, su entrega y la mejor disposición a sus alumnos y a todos los que aprendimos a apreciarlo y respetarlo.


ROSIE PALOMINO G.


http://enriqueiturriaga.blogspot.com/2004/10/la-obra-de-un-compositor-puede-ser.html