EL MAESTRO ENSEÑA AÚN SIN DARSE CUENTA

Quisiera escribir algo pequeño para el Maestro Iturriaga.


Yo tenía 17 años, era una joven inquieta a punto de descubrir el gran amor de su vida: la música y en particular el canto …

Quiso la vida y Dios que el maestro Enrique Iturriaga hiciera una hermosa canción para un corto de TV , una canción dirigida al espíritu, no sólo al sentido del oído…
“ Yo sé que vibras al sentir que el mundo puede contigo compartir su vida…
Tu alma, tu pulso, tu respiración, sienten que te canta la voz que se ve…
Y en esta canción que va para ti yo vibro contigo para compartir…”

No sé si el texto era suyo, pero lo hizo suyo en una canción maravillosa…


Pero recuerdo la “Canción para ser mirada” y me conmueve como hace más de veinte años cuando decidí, después de cantarla, que mi camino era intentar ser un mejor instrumento capaz de expresar belleza semejante.

Así de importante ha sido su creatividad y su ser maestro para mi vida y tener la oportunidad de expresarlo por escrito me enternece hasta las lágrimas que usted con su alegría me invitó a abandonar desde mis diecisiete años, para poder cantar…

Gracias maestro… le debo mucho, lo quiero mucho

MARIELLA MONZÓN
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